Grupos de 8 a 10 hombres vestidos de negro, encapuchados, que andan durante las noches por territorios indígenas de Caldas están cohibiendo a sus pobladores.
Esta voz de miedo, de que regresen tiempos de violencia, que ya pocos quieren repetir, la han lanzado por algunas de las 15 comunidades que tiene Caldas, las comunidades piden respeto por los Derechos Humanos.
“No nos queremos victimizar, queremos visibilizar los problemas que nos aquejan”, asegura Martha Isabel Hernández, coordinadora general del Consejo Regional Indígena de Caldas (Cridec).
No hay paz
Dice que son pueblo cobijado por una medida cautelar desde el 2002 y que la Corte Constitucional los vincula a una decisión del 2004 por estar en riesgo de desaparecer física y culturalmente. “Hemos tratado de generar espacios con la Gobernación, pero hemos encontrado indiferencia”, agrega.
Los acosan necesidades en mejoramiento y tenencia de viviendas; en lo territorial, avanzar en el cumplimiento de acuerdos establecidos en la Minga Indígena del 2013, para que el Gobierno Nacional a través del Incoder sirva de garante en procesos de compra de tierras, saneamiento y ampliación.
Quizá lo más crítico es la inseguridad. “Se habla de que estos territorios son remanso de paz, zona de postconflicto, pero lo que se evidencia es que tenemos nuevamente accionar de grupos paramilitares (Cacique Pipintá, grupo Cordillera y Rastrojos) en Marmato, Supía, Riosucio y Anserma”, indica Hernández.
Agrega que esto lo constató el director de Derechos Humanos de la Policía Nacional en un evento en Washington y que han recibido advertencias de empresas que protegen a líderes indígenas que hay un grupo grande entre Quinchía, Guática (Risaralda) y Riosucio (Caldas). A esto suma la información, “precisa”, que han hecho llegar varias personas al Cridec sobre la presencia de grupos encapuchados durante las noches.
Asesinatos
El antecedente histórico desafortunado que cita Hernández, y que los deja más expuestos, es que previo a los comicios les han asesinado a varios líderes candidatos a cargos de elección popular. En el 2003 mataron a Gabriel Cartagena, entonces candidato a la Alcaldía de Riosucio, caso por el que han sido condenados alias Alberto Guerrero, alias la Mona o la Pastusa, alias Víctor, alias Johnatan, el sargento del Ejército Arturo Osorio, y Jorge Villada, excandidato a la alcaldía por la U.
Hernández, incluso, denunció que el candidato del Movimiento Indígena a la Alcaldía de Supía recibió hace pocas semanas una amenaza, cuando caminaba cerca a su vivienda. “Le encandilaron los ojos con una lámpara y le dijeron que renunciara”.
También habla del caso de El Palmar, municipio de Filadelfia, donde al parecer han querido quemar viviendas, en dos ocasiones, 1 de marzo y 25 de abril de este año, habitadas por 35 personas, 15 de ellos niños. Agrega que un mes atrás del asesinato del papá y del hermano del gobernador indígena de San Lorenzo (Gustavo y Edwin Bañol), el pasado 9 de mayo en la vereda El Carmelo (Anserma), mataron de un tiro de fusil a Fernando Salazar, de la comunidad Embera Chamí y líder del resguardo indígena Cañamomo – Lomaprieta. Lo atacaron con arma de fuego cuando llegaba a su residencia en la vereda Tumbabarrero, vía Riosucio-Supía. Había denunciado amenazas en su contra.
“Todo se va enlazando. Por eso queremos hacer públicos estos problemas, ya que el gobierno departamental no los atiende, que tengan incidencia nacional e internacional”, concluye Hernández.
Reporte oficial
Óscar Betancur, jefe de la Unidad de Grupos Poblacionales en la Gobernación de Caldas, dice que no es verdad que haya indiferencia en el Departamento, pues el último año invirtieron en resguardos $8 mil 500 millones, pero reconoce que faltan cosas por hacer con estas comunidades.
Expresa que el Ejército y la Policía reportan una situación favorable en cuanto a orden público, aunque los indígenas hablan de fuerzas extrañas y de bacrim. Agrega que continúan las investigaciones de lo ocurrido en los dos últimos meses, para determinar responsables.
En cifras
* 15 comunidades indígenas tiene Caldas, 7 reconocidas y reciben recursos por transferencias a través de la Ley 715 del 2015.
* 43 mil 500 indígenas en Caldas arrojó el censo DANE 2005, pero según el CRIDEC son actualmente 66 mil 450.
* Los resguardos hacen un censo cada año para elegir cabildos, respaldados en la Ley 89 de 1890.
LA PATRIA
Jueves, Mayo 28, 2015
http://www.lapatria.com/manizales/temor-en-territorios-indigenas-de-caldas-196541
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