La crisis sanitaria en las comunidades Embera Dóbida de Vigía del Fuerte, preocupa a las autoridades indígenas de este municipio del Atratomedio antioqueño, donde se registra una grave situación de salud pública, pues como consecuencia del Fenómeno de Niño, el Paludismo o Malaria, aumentó considerablemente, afectando a más de 276 personas, entre mujeres, ancianos, niños y niñas.

Gustavo Palacio, consejero de la OIA y representante del pueblo Embera Dóbida expresó con preocupación, que a pesar de que la emergencia ha sido socializada con organismos estatales, a la fecha no ha habido respuesta institucional que dé solución a la problemática que según él, ha cobrado la vida de tres niños indígenas.

Así mismo indicó, que las condiciones geográficas donde se encuentran las  comunidades más afectadas, dificultan la movilidad de las personas infectadas hasta los centros de salud municipales, pues para su transporte es necesario contratar un bote con motor que puede costar hasta 276.000 pesos.

Según Palacio, el centro asistencial del municipio ya no tiene capacidad de atención y la escases de medicamentos para su tratamiento dificulta la situación, sin embargo, confirmó que en las próximas horas llegarán hasta la cabecera municipal, dos botes más con 40 personas, que tienen síntomas como fiebre y vómito, típicos en este tipo de casos.

La presidenta de la OIA, Aida Suárez Santos, hizo un llamado al Gobierno Departamental y a la Alcaldía del Municipio de Vigía de Fuerte, para que se realicen brigadas de salud en las comunidades Gengadó, Partadó, Jarapetó, Salado, Paracucundó, Guaguandó Bajo y Guaguandó Alto, las más afectadas hasta ahora.