“La gente debe seguir unida, pensando en fortalecer  la organización, no quedarse en la casa quietos, durmiendo; la tierra se recuperó para trabajarla y cuidarla”  (Evaristo Yunda) 
Evaristo Yunda mayor de 56 años abandona su cuerpo y nos acompaña desde lo espiritual, su caminar es inolvidable dentro del movimiento indígena, siempre se destacó como una persona crítica, constructiva del futuro para nuestros hijos e hijas, uno de sus principales sueños era las recuperaciones de la Madre Tierra.

 
Evaristo Yunda hijo de Pascual Yunda y Leocadia Pinzón, el quinto de sus hermanos, esposo de Florencia Zapata,  oriundo de la vereda el Chocho residente en la vereda Bodega Alta resguardo indígena de Huellas municipio de Caloto, padre de 8 hijos: 5 hombre y 3 mujeres,  se destacó como gobernador del cabildo indígena de Huellas en el 2003; su pensamiento era que los jóvenes empezaran a liderar el proceso indígena con el acompañamiento de los mayores, quienes orientarían para que los jóvenes empezaran a conocer y apropiarse de nuestras luchas y procesos, era uno de los principales impulsores de liberar la Madre Tierra, orientaba y socializaba del porque era necesario recuperarla y liberarla desde la cosmovision indigena.
 
Dentro de su dura lucha y el caminar de la vida fue alcanzado por una enfermedad que  lo llevo a que no pudiera seguir recorriendo el territorio para dar orientación en las asambleas, congresos, marchas,  y demás espacios comunitarios. Pero su sabiduría era tan clara y sus palabra tan sabias  que la comunidad, en espacial los jóvenes, estudiantes y programas lo visitaban en su casa para que desde allí nos orientara y nos trazara nuestro rumbo.
 
Cada día que pasaba era un día nuevo para ir a aprender de Evaristo pero  también un día nuevo para su enfermedad que avanzaba con la misma velocidad que su conocimiento, en esa dura batalla lastimosamente el día sábado 2 de abril del año 2016 aproximadamente a las 4 de la mañana Evaristo decidió reunirse con nuestros ancestros y abandonar su cuerpo.
 
Hoy se ve el gran basio que nos deja al no verlo de cuerpo presente, al no mirar sus movimientos al expresarse, al no escuchar su sabias palabras, pero sabemos  que su memoria quedara marcada en nuestros  corazones.
 
Evaristo Yunda un sabedor ancestral que nos deja de cuerpo presente, otro sabio que se nos va y otro guerrero de sueños que recordaremos siempre.  56 años de lucha que no fueron en vano, que nuestros espíritus lo acojan y su caminar se vea reflejado siempre en el territorio de Huellas. Evaristo Yunda  1960—2016
 
 
Por: Tejido de comunicación -ACIN