´´… Continúa la rutina de negar los hechos que puedan comprometer al ejército por acción o por omisión..`.
Luego del paro armado paramilitar que se vivió en varios departamentos del país al final del mes de marzo, articulado con la marcha uribista contra el proceso de paz, lo que evidenció nuevamente  un control paramilitar de la región de Urabá, el incremento de acciones paramilitares acompañadas de la pasividad total de las autoridades y de la rutinaria negación de los hechos por parte de la Brigada XVII se sigue incrementando. Nuestra Comunidad de Paz ha sido blanco de nuevas amenazas, las que ponemos en conocimiento del país y del mundo:

· El sábado 16 de abril de 2016, en horas de la noche, dos sujetos que se movilizaban en motocicleta y portando armas, escribieron grafitis en tres casas de la Comunidad de Paz del asentamiento de San Josesito: en el centro de hospedaje de internacionales; en la bodega comunitaria, y en una valla de la Comunidad.

· El domingo 17 de abril, en horas de la mañana, miembros de la Comunidad de Paz procedieron a borrar los grafitis de los paramilitares. Este mismo domingo 17 de abril de 2016, hacia las 22 horas, una camioneta blanca se estacionó en la entrada a San Josesito y procedió a tomar fotos. Luego de varios minutos se marcharon del lugar.

· El lunes 18 de abril de 2016, el coronel Germán Rojas Díaz, comandante de la Brigada XVII, a través de los medios radiales locales calificó de “mentirosa” a la Comunidad de Paz, afirmando que algunos soldados hacían presencia muy cerca del asentamiento de San Josesito y que jamás vieron a nadie cruzar por allí ni a pie ni en moto. Continúa la rutina de negar los hechos que puedan comprometer al ejército por acción o por omisión.

· El viernes 23 de abril de 2016, un miembro de nuestra Comunidad de paz, quien se transportaba en moto con otro civil entre Apartado y San José, fueron abordados por dos sujetos que se movilizaban en motocicleta portando armas cortas, se identificaron como miembros de las AGC, y les amenazaron de muerte, minutos mas tarde los dejaron seguir.

· El miércoles 27 de abril de 2016, un traficante de droga utilizó atrevidamente el asentamiento de San Josesito para guardar su carga y entregársela a otro traficante que fue a recogerla en el asentamiento. Cuando miembros de la Comunidad y del Consejo lo descubrieron y protestaron por tan enorme abuso que pisoteaba todos los reglamentos de la Comunidad, dicha persona insulto y amenazó a quienes se le enfrentaron y los trató despectivamente porque, según dijo, “no constituían ninguna autoridad que pudiera sancionarlo” además, manifesto que trabajaba para la EMPRESA dueña de la mercancia. La Comunidad tiene la convicción de que el refortalecimiento del paramilitarismo en la zona y la connivencia con ellos de la fuerza pública, ha incrementado a su vez los cultivos y tráfico de drogas de uso ilícito.

· El sábado 30 de abril de 2016, los paramilitares conminaron a los pobladores de la vereda El Porvenir a abandonar sus tierras bajo amenazas de muerte. En dicha vereda no hay familias adscritas a la Comunidad de Paz pero sí parientes y amigos de los miembros de la Comunidad de Paz.

· En las ultimas semanas, en el corregimiento de San José, los paramilitares han amenazado de muerte a varios habitantes, ademas de prohibirles sacrificar cualquier animal de consumo humano, ‘’quien no haga caso se muere“ advierten.

Conscientes de que el incremento de acciones del paramilitarismo y la multiplicación de sus unidades en todo el país constituye hoy un obstáculo grave para la firma de acuerdos de paz y para dar garantía a los derechos humanos y constitucionales, hacemos un nuevo llamado a las instituciones del Estado para erradicar fuerzas tan criminales que siempre se han amparado de diversas formas en los agentes del Estado, a la vez que agradecemos de nuevo la solidaridad recibida de numerosas personas y grupos del país y del mundo frente a las amenazas que sufrimos y que no cesan después de 19 años de clamores inútiles.
 
Comunidad de Paz de San José de Apartadó