Todavía cantamos, todavía pedimos,  Todavía soñamos, todavía esperamos;  que nos den la esperanza de saber  que es posible que el jardín se ilumine   con las risas y el canto  de los que amamos tanto.                           
                                   
La Desaparición Forzada es un crimen de lesa humanidad que se ha convertido en una práctica constante de exterminio en nuestro país,  pese a que en Colombia existe un alto subregistro de víctimas y los diferentes órganos estatales reportan diferentes cifras, la base de datos SIRDEC (Sistema de Información Red de Desaparecidos y cadáveres), según la actualización del sistema público de consultas  a mayo de 2016 reporta un total de 113.044 registros de desapariciones a nivel nacional , reportados como desaparecidos en Valle del Cauca 9.055 personas, reportados  como desaparecidos en Santiago de Cali 6.450 personas. El Registro Único de Víctimas hasta Febrero de 2106,  reporta  45.799 víctimas directas de desaparición forzada. La Fiscalía General de la Nación ha dado a conocer aproximadamente 30.000 procesos activos por casos de desaparición forzada.

 
Las desapariciones forzadas se han perpetrado en el contexto de conflicto armado, político y social que se vive en Colombia y por décadas se ha desaparecido personas por razones políticas y económicas.

Las desapariciones tienen un profundo impacto psicosocial tanto en las víctimas directas como en sus familiares, quienes se enfrentan a la incertidumbre sobre el paradero y la situación de sus seres queridos. La prioridad de las familias es encontrar a  sus seres queridos para prevenir su muerte y otros delitos relacionados como la tortura y la violencia sexual. La negligencia de las entidades estatales responsables de iniciar investigaciones judiciales que conduzcan a dar con el paradero de las personas desaparecidas hace más difícil la búsqueda y posterior ubicación de las víctimas.
 
Las víctimas declaramos nuestro  derecho a exhumar los restos mortales de las fosas comunes y a enterrar dignamente a las miles de personas que fueron sometidas al crimen de la desaparición forzada como parte de la estrategia paramilitar.  
Muchos familiares saben dónde se ocultaron los restos mortales de sus seres queridos. Muchas comunidades presenciaron la eliminación de sus líderes y miembros en las fincas que se convirtieron en centros de exterminio, en las que fueron sepultadas las víctimas. Pero hoy no pueden darles digna sepultura, pues aún persiste en las regiones el control de las mismas estructuras militares regulares e irregulares que     torturaron,     desaparecieron     y     después     asesinaron.     
 
Sostenemos el legítimo derecho a elaborar el duelo, dónde las comunidades pueden rendir homenaje a quienes fueron Desaparecidos, a encontrar a los desaparecidos, a saber dónde están, a recuperar los restos de humanidad, sus restos, el derecho a exhumar la vida y la memoria.

En Buenaventura, Valle del Cauca, uno de los municipios de Colombia, donde se presenta el fenómeno de Desaparición forzada con mayor fuerza, se ha logrado llegar a cifras aproximadas por  organizaciones no gubernamentales que han señalado, que desde el año 2000 la desaparición forzada de aproximadamente mil seiscientas personas (1.600). Pese a la alarmante situación no existen por parte de las entidades estatales los mecanismos que conduzcan a la búsqueda efectiva de las personas Desaparecidas y a evitar la continuidad de este crimen.

ACTO PÚBLICO: Exhibición de galerías de memoria en homenaje a las Víctimas de Desaparición Forzada. Acto simbólico “Las y Los Desaparecidos Forzados están presentes”.

Fecha: 27 de Mayo de 2016
Lugar: Plaza San Francisco
Hora: 9:00 a.m.