Colombia es un país que está constituido por cinco regiones, donde en su mayoría de ellas habitan comunidades indígenas de diferentes orígenes y culturas, pero desafortunadamente algunas de éstas, se encuentran en vía de extinción por la pérdida de identidad, debido a la llegada del modernismo a sus territorios, como también por el desplazamiento forzado producido por el conflicto armado.

Otras por su parte todavía existen en las regiones del país porque mantienen una organización muy activa y conservan su identidad cultural. Lo preocupante es que el Gobierno nacional quiere desestabilizar y debilitar el movimiento indígena, creando muchas estrategias que no traen ningún beneficio a nuestra comunidad tales como; ocupaciones de los territorios con la plantación de los monocultivos en muchas regiones; la implementación de la Seguridad Democrática; y los Mega Proyectos como un desarrollo para el país. Pero sabemos que el Presidente de la República ha implementado dichas estrategias para que las transnacionales lleguen a nuestros territorios a explotar y extraer las riquezas naturales.

Además queriendo dividir nuestra organización indígena apoyando otras como: la Organización Pluricultural Indígena del Colombia OPIC; ofreciéndoles recursos económicos a  las personas para que se incluyan a la organización ya mencionada y así se vaya fortalecido. Ésta situación  perjudica nuestra organización indígena porque siempre estarán en contra del trabajo que realicen nuestros líderes y de nuestras luchas.

Por tal razón el movimiento indígena se tiene que fortalecer uniéndose con otros sectores sociales y populares manteniendo nuestra dignidad bien firme para afrontar todas las políticas neoliberales que atropellan nuestros Planes de Vida con tanta injusticia y desigualdad social que hay en el país. De esta manera nuestro deber como Movimiento Indígena es defender los procesos organizativos, liberar y proteger nuestra Madre Tierra que está gritando de tanta destrucción y contaminación.