Los mayores contaban que el lugar era grandes extensiones de montañas, bosques y animales donde los potreros no eran demarcados. Antes se vivían mejor porque tenían los cultivos propios, las medicinas propias y las familias que lo habitaban eran más unidas; no conocían que era un problema, tenían sus animales propios.

 

Para ir a buscar el ganado tenían que echar cinco días para poder encontrarlo porque desde López bajaban por la vereda el Asomadero  pasando por Chimicueto. Así para poder encontrar el ganado siempre bajaban a la vereda de La Cruz a chupar sal porque en esa vereda había una mina de sal que aun existe .Que allí bajaban todos los animales de todas partes.

El mayor, Evangelista Cometa Campo en el tiempo que él vivió contó que en la vereda López ellos vivían muy bien porque ellos lo tenían todo. Ejemplo los animales, los alimentos la medicina tradicional y que ellos nunca llegaron a depender de los alimentos de afuera  ni de la medicina occidental y sí ellos necesitaban sacar la sal echaban 5 días y así poder llevar la sal para el consumo.

También nos contó que en ese tiempo no había ningún problema para llevar los animales a esa vereda porque en ese tiempo todo era libre y que nadie los impedía para llevarlos, pero después que llegaron los colonos o terratenientes y todo cambió porque llegaron diciendo que éramos animales y nos empezaron a esclavizar.

Nos quitaron las mejores tierras que teníamos, solamente nos dejaron con media plaza y nos sometieron a trabajos forzados y desde ese momento nos fueron cambiando toda las  creencias que teníamos, nos cambiaron los alimentos propios por los de afuera, nos empezaron también a bautizar diciendo que nosotros  teníamos  demonios y que esos médicos adoraban  al diablo y también nos decían  que nosotros los indios no podíamos estudiar porque si estudiábamos nos volvíamos locos.

“Por eso mi papá me saco de la escuela, es por eso que yo no terminé los estudios solamente estudié hasta tercero de primaria”, cuenta el mayor. Ellos para poder estudiar tenían que sacrificarse mucho, les tocaban madrugar porque el camino de bestia se ponía muy feo en tiempo de invierno y el lugar donde él estudiaba era bastante retirado. Entonces tenía que salir de López a las 4 a.m. para poder llegar puntual al centro educativo Pillayat, ubicado en  la vereda La Tolda. En Tacueyó solamente había dos escuelas;  La Tolda y El Trapiche.

Esto es la experiencia que nos cuenta el mayor Evangelista Cometa Campo de la vereda Alto de la Cruz, investigado por Asdrúbal Cayapú Campo.