La región del Valle del Cauca, además del extenso valle cubierto en su gran mayoría por el verde cañaveral, está conformada por llanuras como la del pacifico y la zona selvática bañada por numerosos ríos, entre ellos el rio Yurumangui, Anchicaya, Cajambre y el rio Naya.

El valle del Cauca cuenta con gran variedad de relieves que hacen de esta región un territorio especial donde se encuentran páramos, tierras frías, templadas y calientes. En contraste con la exuberancia del territorio vallecaucano, esta región ha albergado ancestralmente diversos pueblos indígenas quienes se localizaron principalmente en el valle del río Cauca, en las laderas montañosas de las cordilleras Occidental y Central y en los alrededores de lo que es hoy Buenaventura. Entre las tribus indígenas más importantes se mencionan los Gorrones, Jamundíes, Lilis y los Calima.

En cercanías de la ciudad de Cali, capital del Valle, a orillas del  rio Pance, del 11 al 15 de julio más de dos mil integrantes del Pueblo Embera Chami, Wounan y Nasa, agrupados en la Organización Regional Indígena del Valle del Cauca- ORIVAC, se dieron cita en el marco del IX Congreso Regional, con el propósito de analizar las problemáticas actuales de las comunidades indígenas que integran la ORIVAC, evaluar y proyectar el trabajo de la organización regional y proponer a la comunidad una nueva estructura para la ORIVAC.

Entre los más de dos mil participantes del IX Congreso, encontramos a Avelino Dagua, mayor del pueblo Nasa y uno de los fundadores de la ORIVAC, perteneciente al resguardo Triunfo Cristal Páez del municipio de Florida, Valle. El mayor Avelino recuerda que el proceso organizativo de los pueblos indígenas del Valle del Cauca se inició con la formación de los cabildos en diferentes comunidades, principalmente en Pradera y Florida. “En ese tiempo nos unió la falta de tierras para las comunidades indígenas. Varias haciendas que estaban en manos de los terratenientes de Pradera y Florida fueron recuperadas por las comunidades. Después de conformar los cabildos, varios mayores de esa época pensamos en una organización regional donde se agruparan los cabildos de las comunidades Nasa, Embera Chami y los Wuanan. Del 14 al 19 de agosto de 1.989, se organizó una reunión grande que luego se le llamó congreso, allí nació la propuesta de crear la Organización Regional Indígena del Valle del Cauca ORIVAC”, manifestó el mayor Avelino.

Unidad, Tierra, Cultura y Autonomía son los principios con los que se fundó la organización y ha sido la bandera de lucha que mantiene la fortaleza de los pueblos indígenas, ahora parece q esos principios están en riesgo, hay situaciones que confunden a los líderes y sobre todo a los jóvenes, pero no podemos dejarlos perder. Hoy debemos fortalecer más la unidad para enfrentar las problemáticas que tenemos, dice el mayor Avelino. Menciona que aún existen dificultades  por la falta de tierra para las comunidades y que a esta problemática se suma la amenaza que hay en el territorio. Los páramos están militarizados y contaminados, los campos minados y esto ya ha causado  muerte y daños a comuneros del territorio, se están construyendo batallones de alta montaña sin el consentimiento de la comunidad y sin pensar en los peligros que esto representa para quienes vivimos en el territorio. “Por eso nos hemos declarado en asamblea permanente, estamos planeando un recorrido por los páramos con la comunidad y los Kiwe Tengzas “Guardia Indígena” para verificar el estado de nuestros sitios sagrados y exigir respeto a los grupos armados por nuestros territorio y nuestras comunidades”, afirmó el mayor.

El IX Congreso de la ORIVAC mostró la valiosa diversidad de sus participantes, el colorido traje de los Embera, sus artesanías, la calidez y la amable sonrisa de los Nasas, el particular ritmo de la música y la danza de los Wounan y sobre todo su valioso dialecto. Neldo Negria del pueblo Wuonan, compartió que su pueblo se encuentra ubicado a orillas del rio San Juan y se dedican especialmente a la agricultura, la pesca y la cacería, las mujeres a la elaboración de artesanías. De igual manera mencionó que una de sus mayores riquezas como pueblo es la cultura, entre las prácticas culturales más usuales es la cultura facial, es decir la pintura de sus rostros y cuerpos, la artesanía, la danza y la música en lengua Nonan, su lengua tradicional. “Nuestro pensamiento indígena es de acuerdo a la cosmovisión, desde  la creación del hombre Wounan en la playa del rio Baudo”, puntualizó Neldo. También conservan sus comidas tradicionales como el tapado de pescado, la papa china, el chontaduro, el banano y el ñame. A nivel organizativo han conformado la Guardia Indígena para el cuidado del territorio y el fortalecimiento de los Planes de Vida. “Tenemos la idea de lograr una organización sólida y un gobierno propio”. Afirmó Neldo. También mencionó que la mayor afectación para los Wuonan es la presencia de grupos armados y conflicto en el territorio. “Eso genera miedo entre los hermanos y no se puede salir con tranquilidad a la pesca y la cacería, a las mujeres les da miedo salir a recolectar los alimentos”, dijo Neldo.

Entre tanto Liliana Niaza del pueblo Embera Chami, se refirió al abandono Estatal en el que se encuentra su pueblo Embera sobre todo en los temas de salud y educación. Los Embera estamos ubicados en diferentes departamentos del país, en el Valle del Cauca sobre todo en el norte del valle y en zonas selváticas como el nudo de las Garrapatas; son lugares muy distantes, lugares hasta donde el gobierno sólo llega a través del ejército.
Al igual que el pueblo Wuonan, los Embera Chami mantienen fortalecida su lengua materna, la danza, sus costumbres y las prácticas culturales. “La música Embera expresa el diario vivir de mi pueblo y lo que está a su alrededor. La música Embera es un canto a la vida misma”, dijo Liliana. También se refirió al papel de la mujer en su pueblo. “La mujer Embera, es principalmente la encargada de la educación, como en cualquier pueblo indígena, la mujer es la primera fuente de educación para que no se pierda la identidad y la esencia del ser indígenas, esta primera educación que da la mujer es la fuerza de la identidad. Ahora la mujer Embera también ha ido saliendo poco a poco del lugar a donde se había reducido, participa activamente en la comunidad, en el cabildo y aporta significativamente en la organización”, manifestó la líder Embera.

Frente a las realidades que actualmente se viven en las comunidades indígenas del valle del Cauca y en general de Colombia,  los mayores recomiendan no olvidar los principios organizativos, fortalecer la unidad y la resistencia pacífica, capacitar y orientar a los jóvenes frente a las dificultades que se están presentando. Ante las problemáticas internas, es necesario sentarse a dialogar  y aclarar las cosas sin perder el sentido de unidad, reconocer los errores que se hayan cometido y corregirlos. No vernos entre nosotros mismos como enemigos, los enemigos son quienes nos están atacando y nos ponen a pelear, el gobierno con sus políticas y las multinacionales con los proyectos que confunden y dividen.

“Nuestra defensa y fortaleza es el pensamiento, el idioma propio, los conocimientos milenarios y las prácticas culturales. Esto nos permitirá resistir a las amenazas que ahora enfrentamos los pueblos. No queremos más páramos militarizados y caminos minados, queremos vivir tranquilos en nuestros territorios. Nos alienta la esperanza de ver los niños de nuestras comunidades disfrutando de la naturaleza, los ríos y la selva, nosotros los viejos queremos morir de viejos, seguir compartiendo nuestras luchas y contando nuestras historias”, comentó finalmente el mayor Avelino.

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