La zona norte de Huehuetenango habitada por los pueblos Q´anjob´al, Chuj y Akateko, desde el año 2005, en el marco de la implementación del Plan Puebla Panamá, ahora llamado Proyecto Mesoamerica, ha sido escenario de presiones permanentes por parte del gobierno y empresas nacionales y transnacionales para la construcción de Hidroeléctricas, minería, petróleo, transgénicos, monocultivos y megacarreteras.