La catástrofe que hoy se cierne sobre Grecia, los jóvenes europeos y las familias campesinas de Las Conchitas, en Chiapas, México, tiene como causa última la ideología del libre mercado que ha dominado el mundo desde 1980.

De acuerdo con dicha ideología, si dejamos que los mercados actúen solos, el resultado será el más justo y eficiente. “Ello es tan sólo parcialmente cierto, o una mentira”, dice el economista coreano y profesor en la Universidad de Cambridge, Ha-Joon Chang. Su libro, 23 cosas que no te dirán acerca del capitalismo, revela verdades que los ideólogos del libre mercado preferirían mantener en secreto.

La más fundamental es que no existe el libre mercado. “Los economistas del libre mercado dicen defenderlo de la intervención políticamente motivada de los gobiernos”, dice Chang. “Ello es falso. El Gobierno siempre se involucra, y los partidarios del libre mercado están tan motivados políticamente como todos los demás”. Prueba de ello son tres acontecimientos internacionales de la semana pasada, poco reportados en la prensa colombiana.

El primero concierne a Grecia. Este lunes, el premier holandés afirmó en Bruselas que su país exigía la presencia permanente de la Unión Europea en Atenas. Así se confirmó la percepción de Grecia como un país ocupado, sujeto a un experimento político para establecer cómo contener a las poblaciones permanentemente desempleadas y sin crecimiento del futuro inmediato en Europa.

El segundo ocurrió en Inglaterra. La universitaria de 22 años Cait Reilly demandó al gobierno por el esquema de ingreso al mercado laboral que éste ha impuesto sobre la juventud. Enfrentados a la más alta tasa de desempleo juvenil en 17 años, los conservadores ingleses han importado de EE.UU. un modelo llamado workfare que obliga a los jóvenes a trabajar hasta seis meses sin pago. Ello equivale a trabajo forzado y explotación.

El tercero tiene que ver con los efectos del tratado de libre mercado Nafta sobre los intentos de redistribuir tierras de forma algo más justa en México. Dicho tratado llevó a la reforma del artículo 27 de la constitución mexicana, permitió al capital internacional la compra de tierras que antes eran comunes e inalienables, y está asociado a la rebaja del 65% del presupuesto nacional para las zonas rurales. El desplazamiento de cinco familias de Las Conchitas, en julio de 2011, por parte de paramilitares mexicanos, y las promesas rotas del Gobierno a comunidades como ésta, son el último capítulo de una historia de desposesión que pasa por Nafta. “Superar el mito según el cual existe tal cosa como un libre mercado, constituye el primer paso para entender el capitalismo”, concluye Chang, lúcido en medio del oscurantismo reinante.

 

 

http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-327949-el-libre-mercado-no-existe