La política de desalojo impulsado por Estado para garantizar el negocio de las transnacionales no cesa.  La fuerza pública al servicio de la transnacional Emgesa viene haciendo efectivo desalojos violentos y denigrantes contra la condición legitima de los campesinos como dueños de la tierra.
 

 

El nuevo hecho de desalojo violento, humillante y degradante se realizó el 14 de mayo en la finca del reconocido campesino Don Gustavo, conocido como el Guajiro en la Honda en Gigante. Hasta el lugar llegaron varios efectivos de la Policía con funcionarios de Emgesa. A don  Gustavo que hacía resistencia pacífica para no dejar su terruño le fue agredido violentamente y le arrojaron 5 bombas de gases. Por tal motivo los sacaron desmayado, despojándolo de sus bienes. “tanto así que hoy en la mañana todavía se sentía, en el ambiente el gas”.
 
Los hechos fueron registrados con una cámara de celular por un campesino, las fotos publicadas fueron proporcionadas  por él. El desalojo terminó con la destrucción del predio, desbalijando complementa e incinerándolo  por parte de funcionarios de Emgesa con ayuda de la Policía. Hasta el momento el campesino manifestó que no sabe cuál es la suerte de su ganado. En esta zona la comunidad se quejan de los funcionarios que no hacen otra cosa que servir a la multinacional.
 
Por otro lado se conoció que se tienen previstos otros dos desalojos en Gigante. Los amparos policivos son emitidos por los alcaldes de los municipios de las zonas, cómplices y responsables del despojo a favor de Emgesa. La comunidad se cuestiona dónde  queda los derechos garantizados en el artículo 12 de la constitución, Nadie será sometido ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. Parece que aquí predomina el capital corporativo y no hay espacio para el escrito  tal Estado social de derecho.