La apertura económica iniciada desde el gobierno del presidente Gaviria, continuada con los gobiernos Samper y Pastrana, exacerbada con los TLC impulsados por el presidente Uribe y ampliados por el actual  gobierno, han logrado el despojo económico y territorial de amplias poblaciones de campesinos, indígenas y afrocolombianos, y colocado en situaciones de quiebra e insostenibilidad a los productores rurales, grandes,  medianos y pequeños,  poniendo en riesgo nuestra soberanía alimentaria como país.

 
Como CRIC, en el año 2.004 nos movilizamos en el Primer Congreso Indígena y popular, en el 2.005 realizamos la consulta interna sobre el TLC con los Estados Unidos e iniciamos el proceso de liberación de la madre tierra, en el 2.006 a pesar de la dura represión del Gobierno nacional avanzamos en la cumbre nacional de organizaciones sociales, en el 2.007 organizamos el parlamento indígena y popular, en el 2.008 y 2.009 en compañía de varios sectores sociales realizamos de cara al país la minga de resistencia social y comunitaria, en 2.010, 2.011 y 2.012 desarrollamos la minga de resistencia por la autonomía y armonía territorial y el cese de la guerra y el encuentro nacional de los pueblos indígenas y sectores sociales por la defensa de la madre tierra,  y en el 2013 participamos del paro cafetero en los meses de febrero y marzo.
 
En esta movilización social permanente hemos tenido claro que luchamos contra un modelo económico y político voraz que pretende arrojarnos  de nuestros territorios, como indígenas, campesinos y afros, para que el capital transnacional en la búsqueda desesperada de ganancia, a través del capitalismo extractivista acabe con las aguas, los territorios y la biodiversidad; modelo para el cual,  las poblaciones que hacemos parte de esos territorios no somos más que un estorbo.
 
En este proceso permanente de movilización, hemos aprendido que el Estado colombiano está organizado de tal forma que los sectores populares no tenemos como incidir en la política económica y social, que en el Congreso de la República no se hacen más que leyes de despojo, que los justicia es de clase y que los gobiernos se encargan por medio de sus instituciones y de la fuerza pública de garantizar que ese modelo avance en contra de las poblaciones y a favor del gran capital. Comprometidos como estamos con la vigencia de un real Estado Social de Derecho en Colombia sabemos que la única alternativa que nos queda es la protesta y la movilización social, de manera que logremos cambios hacia la construcción de un nuevo país.
 
Los indígenas del Cauca somos productores, entre otros, de café,  lácteos, cárnicos, papa, panela, maíz, y de nuestra alimentación en huertas, tul, sementeras. Sin embargo cada vez, como parte de esta economía campesina, indígena y afro, estos productos son menos sostenibles, pues estamos produciendo a perdida por la competencia desleal originada en los TLC, agregando a ello que las normas fitosanitarias nos prohíben producir o comercializar y que hasta la conservación de las semillas propias se vuelve un delito. Cómo productores, muchos de nuestros comuneros saldrán a movilizarse en este paro agrario, con la legitimidad y la decisión  que da la lucha por la reivindicación de derechos y por la existencia misma.
 
Cómo CRIC no participamos directamente en este paro, pero estaremos atentos a que se garantice el derecho constitucional a la protesta, a dar apoyo solidario a los movilizados y a sumar fuerzas en el corto, mediano y largo plazo, con todos los sectores sociales que, dejando atrás las diferencias y privilegiando la unidad que necesitamos,  estemos dispuestos a luchar por un país en  donde quepamos todos y todas y en donde las poblaciones indígenas, campesinas y afrocolombianas tengamos reconocimiento territorial, político, económico y social.
 
Llamamos al Gobierno a no criminalizar la protesta social y establecer canales y mecanismos para dar trámite a la exigibilidad de las movilizaciones  que hoy se inician.
 
Popayán, agosto 19 de 2013.
 
CONSEJERIA MAYOR
CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DEL CAUCA – CRIC