“ Perjuicios y contraindicaciones del encarcelamiento de las autoridades espirituales  mapuche (Machi). De la antropologa  Jimena Jerez Bezzenberger. Publicado por  la Colección Primeras Naciones.

 

ANTECEDENTES
El Estado reconoce que los indígenas de Chile son los descendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde tiempos precolombinos, que conservan manifestaciones étnicas y culturales propias siendo para ellos la tierra el fundamento principal de su existencia y cultura (…)Es deber de la sociedad en general y del Estado en particular, a través de sus instituciones respetar, proteger y promover el desarrollo de los indígenas, sus culturas, familias y comunidades, adoptando las medidas adecuadas para tales fines y proteger las tierras indígenas, velar por su adecuada explotación, por su equilibrio ecológico y propender a su ampliación. (Artículo 1, Párrafo 1º, Ley Indígena de Chile 19.253).

Los mapuche constituyen uno de los pueblos originarios (o primeras naciones) más antiguos(1) y a la vez vigentes del mundo entero. La vigencia de su cosmovisión y su modo de vida obedece a que, a diferencia de las sociedades indígenas que fueron colonizadas por aztecas, incas o europeos, los mapuche han logrado conservar su espiritualidad a lo largo de los siglos, la que se ejerce y trasmite a través de sus autoridades espirituales ancestrales, tales como los lonko, machi(2), zungumachife, ngenpin, lonkongillatufe, entre otros(3).

La presencia de las mismas prácticas espirituales de los mapuche en culturas originarias vigentes de Mongolia y Siberia han hecho suponer que la espiritualidad mapuche es anterior al último cruce de Bering, hace unos 11.000 años, remontándose al pleistoceno tardío. Dichas prácticas son muy anteriores a las grandes religiones monoteístas y politeístas de Eurasia y África del Norte, las que florecieron en los últimos 6.000 años. Llama poderosamente la atención que dichas sociedades, consideradas la base de la moderna cultura occidental, desaparecieron como tales, de modo que sus lenguas, creencias y costumbres dejaron de ser practicadas. En cambio los mapuche conservan su lengua, su cosmovisión y su espiritualidad pese a haberse enfrentado durante 300 años a la superpotencia europea del siglo XVI y luego a los Estados chileno y argentino. Otro elemento que podría explicar la supervivencia de dicha espiritualidad es el hecho de que los mapuche alcanzaron importantes victorias estratégicas en su larga contienda con el reino de España, manteniendo su soberanía jurídico-territorial hasta fines del siglo XIX, cuando los gobiernos chileno y argentino impulsaron las llamadas Pacificación de la Araucanía (Chile) y Campaña del Desierto (Argentina), con el objeto de someter a las comunidades mapuche a ambos lados de la cordillera y entregar sus tierras a los colonos europeos.

2. ESPIRITUALIDAD
Las prácticas espirituales de los mapuche se basan en su relación con las fuerzas espirituales del Universo (Wallontun Mapu)(4),las que incluyen varios mundos (wenu mapu, rangin mapu, nag mapu y minche mapu), los que coexisten en todo momento y algunos de ellos son accesibles en el küymün, pewma, perimontun y filew de los y las machi como también a través de rogativas como el ngillatun, llellipun, lepun o machitun. Dichas fuerzas espirituales (ngen, ngen mapu, püllü, newen, machi Elchen Kushe, machi Elchen Füsha, meli tuwün, entre otras)(5) interactúan permanentemente con los mapuche a través de pewma (sueños) y perimontun(6), el que se muestra a través de una visión y acontecimientos significativos a quienes son elegidos, pero además están asociadas a espacios o elementos de la naturaleza considerados esenciales, integrados, conectados en un sistema holístico y de reciprocidad, sobre los valores de respeto sagrados para los mapuche, tales como wenu mapu (mundo espiritual), menoko (pantanos, hualves, ojos de agua), mawiza (montañas), txayen (esteros, manantiales), aliwen y mamüll (árboles centenarios), por mencionar algunos.

Su espiritualidad reconoce a los ngen, espíritus protectores, fuerzas protectoras o dueños de un espacio determinado que puede ser un espíritu del agua, planta, cerro, etc. Otra dimensión la constituyen los püllü, espíritus de las personas o de la naturaleza. Es el espíritu lo que permite la conexión entre los seres de la naturaleza y los seres humanos. En el caso puntual del espíritu de machi se habla de machi püllü o filew. Los newen.

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