Desde 1492 la violencia se agudiza en los territorios de América Latina. Hoy, 522 años después la violencia es peor. ¿Por qué todavía prevalece la idea de que la llegada de los ‘descubridores’ de ‘América’ trajo el conocimiento para nuestros pueblos? ¿Por qué permanecen aún hasta nuestros días las dañinas ideas de que los pueblos indígenas, que existían antes de 1492, eran brutos? Muchos todavía dicen ‘salvajes’ de forma peyorativa refiriéndose a que los indígenas eran nómadas y vivían de la pesca, de frutas y se alimentaban con semillas propias y andaban en taparrabos.

 
Hoy ya han se cumplen tres años del vil asesinato de jóvenes y niños a manos de los grupos armados que sólo deja a madres, a padres y a familias completas sumidas en el dolor y la miseria vivida en carne propia y con el desaliento de la impunidad que continúa. Las comunidades quedan desequilibradas por la muerte de estos compañeros que tal vez serían el pilar fundamental y la fortaleza de estas comunidades, con su liderazgo y acompañamiento al proceso organizativo que tanto lo necesita.
 
Es por eso que el día 22 de marzo de 2014, se realizó la conmemoración de los 3 años de la masacre de la vereda Gargantillas, del Corregimiento de Tacueyó en el municipio de Toribio (Cauca).  
 
Es triste que a tres años de este horror los responsables de los hechos no asuman de lo sucedido en la comunidad. La guerra es un negocio en Colombia por las riquezas naturales de nuestros territorios. La estrategia del ministerio de defensa con el aumento del pie de fuerza en los territorios es mostrar resultados, lo que provoca más presencia de la insurgencia y más riesgo para la población civil. Luego ambos actores armados se acantonan en las viviendas y sitios comunitarios intimidado, desestabilizado al pueblo con combates, asesinatos selectivos en el territorio. 
 
Ya sabemos que ‘la lucha contra el narcotráfico y la insurgencia’ es el argumento del aumento de bases militares en el territorio. Pero en el territorio sucede otra cosa y la comunidad se da cuenta de lo que pasa. Al llegar tanto soldado, llegan más guerrilleros ¿y los cultivos ilícitos? Ahí están, ahora es cuando han cogido más auge y con semillas modificadas. 
 
¿Por qué tanta guerra en el norte del Cauca y especialmente en el municipio de Toribío? Jesús Herney Ipia, presidente de la Junta Acción Comunal de la vereda El Triunfo, dice que la guerra se agudiza más en estos territorios porque hay mucha riqueza hídrica, mineral, y toda la riqueza ambiental que uno se pueda imaginar. Es por eso, los intereses de las multinacionales de nuestros territorios, para la exportación de estas riquezas. Es así aunque más personas inocentes siguen cayendo en el fuego cruzado y las matas de coca y marihuana siguen multiplicándose a la vista de ambos actores armados.
 
Por último, el presidente de la Junta Acción Comunal de El triunfo, invitó a la comunidad y a todas las personas a trabajar en unidad porque es el camino que nos lleva a hacer resistencia y defender el territorio. Creemos en la unidad de las comunidades de base, no sólo indígenas, también afros, campesinas y urbanas porque el dolor por el sometimiento, el despojo y la muerte no tiene color. No creemos en las promesas de paz de quienes nos siguen matando. Creemos en defender la vida contra toda clase de dominación, hasta la más cercana que ya está dentro del territorio. 
 
Tejido de Comunicación y Relaciones Externas para la Verdad y la Vida