El país está paralizado y expectante sólo a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Otra vez la propaganda logra su objetivo, se ha posicionado el voto del miedo y nuevamente la gente no ve otro escenario más que ‘votar por el menos malo’. Pero no todos han olvidado que el voto no es el único espacio de participación política, que grandes cambios se han logrado en las calles. Mientras la mayoría esperan el día de votaciones en el Tolima se realizó una gran fiesta por la Vida: La Sexta Marcha Carnaval en defensa del Agua y la Vida.

 
Multitudinaria fue la VI Marcha Carnaval en defensa de la Vida, el Agua y el Territorio que se realizó en Ibagué el pasado 5 de junio.  Como un río de gente, la marcha recorrió las calles las principales calles de la capital tolimense con música, danza y alegría para manifestar una vez más que el agua el agua vale más que el oro, que las comunidades de Cajamarca, del Tolima y de toda Colombia no permitirán que la mayor despensa agrícola del país se destruya por la codicia y la fiebre del oro. 
 
El SENA y la Universidad del Tolima fueron los puntos de concentración para las diferentes delegaciones que se sumarían a participar en esta gran marcha.  Desde tempranas horas de la mañana, los estudiantes de la Universidad del Tolima preparaban  carteles con mensajes en defensa del agua y en contra de la explotación minera de  Anglo Gold Ashanti; muchos plasmaron los mensajes en sus cuerpos con figuras de naturaleza pintadas en sus torsos; se preparaban también artistas en zancos, malabaristas y grupos con tambores para animar las consignas.
 
 
Los universitarios decoraron una tractomula como una carroza, con carteles y coloridas figuras de animales desde la cual. Esta sería la tarima móvil desde la que  el equipo de “Tu Radio” la emisora virtual de la Universidad junto a varias agrupaciones musicales (“Una banda de atracadores verbales”, “Mama toco”, entre otras…), animaban a los y las marchantes para que al son de la música y las consignas este recorrido sea un verdadero carnaval de cultura y alegría.
 
 
Una gran cantidad de colectivos se congregaron en el SENA para empezar la marcha, colectivos y organizaciones de diferentes sectores, comunidades campesinas e indígenas de otros municipios del departamento, representaciones de diferentes instituciones educativas, sindicatos.  Niños y adultos, todos en las calles para cantarle a la vida.
 
 
Una delegación especial que acompañó la marcha fue la guardia indígena del Tolima,  En la mañana llegó a la Universidad la Guardia Indígena del Tolima, aproximadamente 150 miembros provenientes de diferentes resguardos del departamento como Ortega, Coyaima, Coello, Natagaima, entre otros. Llevan cinco años de proceso, inspirados en la Guardia Indígena del Cauca, según su coordinador. Ellos acompañaron la marcha, creando cordones con sus bastones para mantener organizada la movilización.
 
Consignas, gritos, cantos, danzas al ritmo de tamboras, grupos musicales acompañaron el trayecto desde el SENA hasta el parque Manuel Murillo Toro, el punto de encuentro de los marchantes y donde se presentaría la Declaratoria de esta marcha en su VI versión.  Todas las delegaciones eran recibidas con aplausos, especialmente la delegación de Cajamarca que realizó su paso en los carros jeep cargados de los alimentos que produce la mayor despensa agrícola del país, su llegada fue un momento de gran alegría para los asistentes. 
 
 
Este año, la marcha logró reunir  a  40.000 personas en Ibagué aproximadamente, pero también hubo marchas en otros municipios. En El Líbano marcharon 8000 personas, 3000 en El Espinal y 800 en Armero, Cajamarca alrededor de 1.200, según informó el medio local El Salmón. Una clara muestra de la conciencia ciudadana y el compromiso con la defensa de los territorios y la soberanía alimentaria frente a la terrible amenaza que significa el proyecto La Colosa en manos de Anglo Gold Ashanti, no sólo para Cajamarca y el Tolima sino para todos.  Pero dentro de la legislación del gobierno y lo que le ordenan las transnacionales no está sólo La Colosa, está el Quimbo, Hidroituango, El Cerrejón, la extracción de toda clase de riquezas naturales que mientras para nosotros son la vida, para ellos son sólo recursos y cifras para especular.
 
 
Mientras la mayor parte del pueblo colombiano ha caído en el chantaje y la desesperación de tener que elegir entre dos formas de fascismo, las comunidades del Tolima salen con alegría a cantarle a la vida, a rechazar a Anglo Gold Ashanti y todas las empresas extractivas y la locomotora minero energética que las ha beneficiado a costa del desplazamiento de las comunidades, la destrucción de los ecosistemas, los páramos y sitios de reserva; la persecución, los señalamientos a los que no temen defender los derechos territoriales.  
 
Mientras haya minería y toda clase de megaproyectos extractivos no habrá paz. No a la mina, sí a la vida, sí a los territorios libres de extractivismo.
 
Tejido de Comunicación del Pueblo Nasa – ACIN