Quinto aniversario Marino Mestizo. Con aproximadamente 450 participantes del resguardo de Jambaló – Cauca, de estudiantes de la institución educativa Marden Arnulfo Betancur, la institución  Educativa Marino Mestizo y demás escuelas de la zona baja; se realizó el quinto aniversario de del asesinato del líder Marino Mestizo, en la vereda La Esperanza de la zona baja del resguardo de Jambaló, el día viernes 13 de junio.

 
Entonando tambores, flautas y alzando las carteleras con mensajes en su homenaje,   se dio inicio al recorrido desde la Institución Educativa Marino Mestizo, donde los profesores estudiantes y comunidad en general, cantando el himno del guardia y gritando consignas mientras marchaban: “guardia, fuerza” “viva la guardia indígena” “viva Marino Mestizo”. El recorrido llegó hasta el cementerio donde se realizó una ceremonia en su memoria y por los ideales sembrados en los niños y jóvenes, en quienes espera la comunidad que siga viva su la palabra para que se recupere el camino comunitario.
 
Posteriormente la comunidad se concentró en el aula múltiple de la vereda la Esperanza, allí la Nej wesx Judy Dagua, invitó a la comunidad a que unidos recuperemos el proceso organizativo, en la causa y los ideales por los que Marino Mestizo, Milciades Trochez, Marden Arnulfo Betancur y tantos y tantas que lucharon por defender la vida de nuestros pueblos.
 
Los estudiantes aportaron a este homenaje con danzas, mensajes y música, proclamando que el amor por la identidad de nuestro pueblo está primero y que la violencia no puede más que la armonía de nuestra unidad. 
 
Para revivir la historia del gran aporte de Marino Mestizo en la lucha indígena, desde la zona baja de Jambaló; el Tejido de Comunicación habló con un comunero del resguardo de Jambaló, que nos cuenta cual pudo haber sido la causa del asesinato del reconocido líder Marino Mestizo.
 
Él nos cuenta que entre los años 2007 y 2009  se recrudeció la problemática del orden público.  En este caso fue la presencia de la guerrillas de las Farc  y la influencias de milicianos quienes querían posesionarse en algunas veredas de la zona baja, en especial en la vereda La Esperanza, Loma Gruesa  y Vitoyó de la zona baja de Jambaló, donde querían controlar a la comunidad. Uno de los graves hechos fue el reclutamiento de niños para llevárselos a la guerra “en varias  ocasiones yo les dije a ellos “ a los niños no les muestren armas, ni les enseñen a disparar por que los niños que van a la guerra se van es a morir, por aquí no se crucen más, y no se acerquen por aquí”… pero tajante mente la respuesta de ellos fue “nosotros somos libres en cualquier  territorio” … decían que podían pasar por donde quisieran y que nadie los mandaba. Desde ese momento quedó la disputa y amenazaron  “vamos a ver quién gana” por quedarse en el territorio”.
 
“Desde ese momento, en una reunión del comité de apoyo liderado por Marino Mestizo se discutió el riesgo de la comunidad y de los jóvenes que fueron amenazados para ser reclutados. Se acordó salir a dialogar con este grupo armado para exigirles el retiro pero ellos insistieron en quedarse.”
 
“Después de una capacitación de la Fundación Tierra y Paz,  en prevención de minas antipersonales, los niños de la escuela mencionaron que en sus viviendas habían enterrado muchas minas, una nueva gran preocupación en la vereda. Frente a estos, la comunidad se reunió nuevamente concluyendo en dar un nuevo plazo de dos meses para que desalojen la vereda.” 
 
“Se cumplió ese plazo y ellos seguían en el territorio, mientras en la comunidad crecía la preocupación por su presencia. Después, fueron ellos quienes pusieron condiciones a la comunidad: anunciaron un toque de queda después de las 6 de la tarde. La preocupación en esos momentos fue qué iba a ser de nuestro niños”.
 
“La comunidad procedió convocando a  una gran asamblea en la zona baja de Jambaló donde en conjunto con todas las veredas se determinó en declararse en asamblea permanente, donde se buscaría ayuda de los demás resguardos  de la zona norte y en especial el apoyo de la directiva del cabildo de Jambaló. Éstas fueron propuestas de Marino Mestizo que la gente respaldó para enfrentar esa gran problema, las mismas que después lo llevarían a la muerte.”
 
“Desde ese entonces se sintió la tensión y presión ante quienes lideraban este proceso, tanto así que mientras se concentraban  en asamblea permanente del 27 enero de 2008 llegan las primeras amenazas a una docente y a Marino Mestizo. Les advirtieron que tenían tres días para que se fueran del territorio “o si no ya sabían lo que le pasaban” otros comuneros que había escuchado de manera directa la amenaza,  “les advirtieron en que tenían que irse,  porque los iban a matar”.
 
“Todas estas amenazas  y preocupaciones de la comunidad dieron pie para que los demás resguardos del norte del Cauca se reunieran concentrándose en la vereda La Esperanza para tomar acciones. Siguió el recorrido por el territorio recogiendo todas las minas y material de elaboración (como armas hechizas) y quemas de algunos chongos (laboratorios de procesamiento de coca). Finalmente se recogieron los materiales bélicos, los químicos de los laboratorios artesanales, las prendas militares, entre otros elementos que se entregaron a la custodia de los kiwe thegnas.”
 
Era de esperarse que estos hechos trajeran no sólo más riesgos sino también más tensión entre la comunidad “fue lo que los tildó y lo que pudo llevar a la muerte a Marino” recordó el comunero.  “Después de 15 días de asamblea permanente las autoridades y las comunidades ya cansadas se retiraron pero dejaron todas las minas y explosivos en la cancha de futbol.” Posteriormente con la orientación de los mayores se hizo un trabajo de armonización del personal encargado de destruir dicho material.
 
“Se prosiguió con la detonación controlada de bombas, proyectiles y otros explosivos. Hasta ese momento llegaron los guerrilleros a insistir que les devolvamos el material pero no, y procedimos. La tarea término a las 5 de la mañana con aproximadamente 100 personas quienes se unieron a la causa. Al día siguiente cuando llegaron las autoridades y algunos medios de comunicación ya no encontraron nada, tanto así que insinuaron que los  materiales habían sido devueltos a la guerrilla.” 
 
“Fue después de estas acciones concertadas en comunidad pero también muy arriesgadas, que empezaron las persecuciones a los líderes que estuvieron al frente  de este proceso. Yo le dije a Marino: ahora si cuídese, porque en  cualquier momento lo pueden coger. Nosotros sabíamos que habían amenazado a los líderes, entre ellos Marino y le recomendamos no salir muy lejos y estar siempre acompañados”. 
 
Fue así que la muerte anunciada contra Marino Mestizo, se dio el 26 de junio de 2009 a la 1:30 de la tarde, mientras viajaba en moto por la vía que de Caloto conduce a El Palo, en el sitio Santa Rita, en el resguardo  indígena de Tóez. 
 
La memoria de Marino Mestizo sigue viva porque siempre correspondió al mandato de la comunidad. Cuatro años después de su muerte, se cumplió uno de sus proyectos, la Institución Educativa Marino Mestizo con sede en la vereda La Esperanza, inaugurada el mes de  febrero del año 2013 con estudiantes de primaria y los grado sexto y séptimo de bachillerato, que en conjunto suman 264 actualmente.
 
Tejido de Comunicación del Pueblo Nasa – ACIN