El 7º Festival Latinoamericano de Cine de los Pueblos Indígenas del Chaco – Argentina, se realizó los días 17, 18 y 19 de julio del 2014, en la ciudad de Resistencia, capital de la provincia el Chaco. Este festival estuvo coordinado por la Dirección de Cine y Espacio Audiovisual de la Provincia del Chaco – DCEA. En la apertura se conmemoró los noventa años de la masacre Napalpí y se expresó la importancia del trabajo de visibilización de los más de 35 pueblos indígenas y de los 16 idiomas que actualmente se hablan en Argentina. Además, los debates giraron en torno al derecho a una comunicación con identidad y a la diversidad cultura. Finalmente, los participantes sostuvieron la importancia de continuar con el festival a pesar de las “trabas” políticas para poder gestionar los recursos. 

 
Caminando por el territorio de los indígenas Qom, Wichi y Mocoví del Chaco – Argentina, pueblos que tienen un legado histórico de resistencia frente al exterminio que ejecutaron en primer lugar los colonos y luego el Estado nacional, en la actualidad transitan por el reconocimiento y la reparación histórica. Sin embargo, los pueblos indígenas tienen un nuevo frente de resistencia que es contra las multinacionales del modelo extractivo como Monsanto y de la minería a gran escala. 
 
Este nuevo ataque a los derechos de los pueblos se orienta al desalojo y a la destrucción de los territorios. Por estas razones, las comunidades indígenas del Chaco realizan un gran trabajo en educación, comunicación y salud propia frente a las leyes que les niegan sus derechos. Estos fueron algunos de los debates que se dieron en el marco del 7º Festival Latinoamericano de Cine de los Pueblos Indígenas del Chaco.
 
 
El haberse apropiado de la herramienta del audiovisual les permitió a las comunidades indígenas del Chaco y otras provincias de Argentina, empezar a visibilizar sus luchas del reclamo de su territorio, de su identidad cultural, de las realidades que se viven en los diferentes pueblos. De esta manera, el festival permitió concentrar las miradas en las películas realizadas por indígenas, en su mayoría, que fueron proyectadas durante el festival. 
 
“La memoria de Napalpí, inició con una investigación con las comunidades, se está luchando  para que se reconozca como crimen de lesa humanidad, el nacismo lesionó a toda la humanidad pero también a nosotros como pueblos indígenas del sur de América Latina, donde hoy se encuentran 10.000 restos de indígenas en el museo de La Plata, el Estado argentino debe reparar a nuestras comunidades, que haya un juicio penal, hace 15 años esto era impensado. Hoy el proceso político nos ha permitido seguir con la construcción de un futuro para nuestras generaciones y el cine como un medio de reflejar los procesos de lucha que viven los pueblos indígenas del Chaco”, expresó uno de los organizadores del festival. 
 
Este festival tuvo la particularidad de ser itinerante. Es decir, no sólo hubo proyecciones y charlas en Resistencia sino también en localidades rurales y en las bases indígenas. En ese sentido, el cine móvil estuvo en las comunidades indígenas Qom de Miraflores, Colonia Aborigen (ex reducción Napalpí) en la Escuela del barrio Mapic, Escuela Cacique Pelayo – Fontana, El Espinillo, CESBI – Pampa del Indio, Villa Río Bermejito y Presidencia Roca. 
 
Diferentes experiencias se encontraron en este caminar por el Chaco. Representantes de los colectivos de comunicación de Jujuy, Córdoba, DCEA, Pampa del Indio, Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social – GUIAS, CLACPI, Jóvenes en Resistencia contra Monsanto, Cámara – Shuar, Cantora Étnica de Formosa y cineastas – realizadores de la temática indígena. Donde se compartieron cantos, sonidos propios, memorias y las imágenes vivas de nuestros pueblos en resistencia.
 
El listado de películas documentales que se exhibieron durante el festival fue una gran muestra de la riqueza cultural y de la resistencia frente a ese plan de muerte (modelo económico, estrategia militar, propaganda y cooptación) que viven nuestras comunidades: Pupila de mujer, mirada de la tierra; La piedra del rayo; Sigo Siendo (Kachkaniraqmi); Y siguen llegando por el oro; Kajianteya, la que tiene fortaleza; El soldado guarayo;  Wotko y Kokotxi; InsurgentesPrisioneros de la ciencia, una reparación histórica; y Territorio sagrado
 
 
Por otro lado, una de las experiencias de comunicación que se compartieron durante este festival fue de la provincia de Jujuy, donde el pueblo Coya viene luchando con las formas de colonización frente a la mercantilización de su cultura, la evangelización y la imposición del castellano como forma de borrar las lenguas indígenas. Esto produce una colonización mental que desestructura el pensamiento indígena. “En la escuela comienza el enfrentamiento del mundo diferente, como nos muestra la escuela sobre los indios, como el salvaje que enfrenta a los soldados y sacerdotes españoles, así estaban los indios en el manual, el indio salvaje… Ya en sexto grado, nos mostraban los malones estos indios que secuestraban a las mujeres blancas, malones… ¡Qué imagen hacían de nosotros los indios! Nos proponían una conducta vergonzante con desconocimiento de nuestra identidad cultural”, expresó Osvaldo Maidana, de la provincia de Jujuy.
 
En Jujuy como en otros pueblos indígenas se usan las expresiones culturales como “adorno exótico”, por ejemplo, el Diablo de Humahuaca. “El diablo es totalmente diferente al de la iglesia, no es diablo demoníaco. La iglesia quiso imponerse ante nuestro festejo de la abundancia y la cosecha, se impuso con el nombre del carnaval, pero nuestro diablo, es resignificado como el diablo de la alegría, de la agricultura, ellos son desenterrados con la pachamama y vuelven a ser enterrados en el cierre del carnaval. Nuestro camino es diferenciarnos del carnaval comercial, nuestros diablos están vinculados con nuestra tierra”, explica Juan Carlos Vargas, integrante de la Agrupación La Diablada de Humahuaca.
 
 
Durante el encuentro de comunicadores en el CESBI – Pampa del Indio, a tres horas de la capital del Chaco nos encontramos con una experiencia de memoria viva en el proceso de educación permanente que se viene haciendo en esta localidad. Las mujeres y mayores hacen parte de este tejido, Consejo Qompi, quienes acompañan y orientan el proceso colectivo de formación. “Nos empezamos a reunir con las abuelas y madres para rescatar lo que es nuestro. Rescate de nuestro propio idioma, no pudimos terminar la escuela porque no se sabía el castellano, reflexionamos primero que estábamos perdiendo el idioma propio, empezamos en el rescate de la historia, en el relato, escribimos, dibujamos, fue un trabajo didáctico, con ese material ayudamos en la escuela, presentamos los relatos, presentamos lo que rescatamos a través de los ancianos. Los juguetes los confeccionamos con las formas de los animales: la iguana, el tatú y otros. También dramatizamos los relatos con las máscaras, estamos contentos de rescatar parte de nuestra historia”, comentó una integrante de Madres Cuidadoras y del Consejo Qompi.
 
Este espacio de formación es para todas las edades están articulados con el mismo proyecto educativo de estudios superiores. CESBI cuenta con 5 carreras: Enfermería bilingüe intercultural, Comunicación Social Bilingüe Intercultural, Educación Superior en Pedagogía y Educación Bilingüe Intercultural, Profesorado de Educación Inicial y Profesorado en Ciencias Jurídicas Bilingüe Intercultural.
 
El consejo de ancianos Qompi ha puesto el tema de la cosmovisión, el rescate, la revalorización, en este proceso de formación. “Hemos tenido otra comunicación, que es antigua, hasta hoy en día la estamos siguiendo y llevando para fortalecernos. En cada pueblo tiene un fundamento específico, la lengua es el pilar de las comunicaciones y nunca hemos tenido un lugar en el que se escuche nuestra lengua materna, ¿por qué se habla de una democracia sino no se escuchan las voces de las comunidades y de otros pueblos? Dando la prioridad a la comunicación para fortalecer a nuestros ancianos, a nuestras comunidades y procesos”, manifestó un mayor del consejo Qompi.   
 
Además se realizan cuatro seminarios de ancianos al año, se coordina con ellos para que participen en estos cuatro momentos. Ellos guían en los encuentros que se han tenido en tierras recuperadas, en las materias de cosmovisión en Qom, son ellos los que proponen. “Materias de comunicación con sus propios conocimientos, en la cosmovisión, desde el viento, el canto, el fortalecimiento de la comunicación antigua, los que seguimos en el campo seguimos con esa comunicación propia, nos guiamos con la luna, desde las estrellas y esto queremos seguir manteniendo y fortaleciendo, los jóvenes están aceptando esta comunicación intercultural, los hermanos Wichi, Mocoví y Qom, nos hemos apropiado del castellano, hemos entendido otras experiencias. Desde el Estado no han aceptado estas experiencias y no se reconocen las lenguas maternas, identidad que nos fortalece, tenemos nuestros libros vivos y por eso hacen parte de estas escuelas”.
 
“Gracias a las luchas de los mayores hoy tenemos estos espacios, hemos aprendido con esos libros vivos, pero que ahora para nuestras futuras generaciones se van a crear nuestros propios libros”. Pensando en seguir con esos tejidos entre pueblos para la defensa de nuestros territorios y nuestros planes de vida nos queda seguir caminando la palabra digna, que va tejida con nuestra Madre Tierra, con nuestras vivencias propias, con las movilizaciones, con las mingas, con los rituales, con las acciones de control territorial que hacen las comunidades de base y con las asambleas comunitarias. Si nos construimos en colectivo, en la diversidad, en el debate, en la reflexión y en el respeto de la palabra, podemos tejernos entre pueblos y de esta forma podemos enfrentar ese plan de muerte (modelo económico, estrategia militar, propaganda y cooptación). “La lucha continua, hay que estar siempre con armonía e ir trabajando…”
 
Por: Tejido de Comunicación del Pueblo Nasa – ACIN – Colombia 
tejidocomunicacion@gmail.com