La crisis en el departamento no para y al problema de escasez de agua se le suma el del carbón

Por mucho tiempo La Guajira  fue denominada la tierra del nada, hasta que a mediados de los años 70 se descubrió la mina del cerrejón  de carbono más grande del mundo a cielo abierto. Desde ahí le cambio la vida a los guajiros.
 
La empresa minera el Cerrejón prometió extraer carbón a cambio de hacer obras sociales, mejoramiento de servicios públicos, empleos y más plata por regalías, promesas que nunca han cumplido.
 
BHP Billiton, Xstrata y Anglo American son las multinacionales dueñas de esta minería y están buscando expandirse para explotar más de 600 millones de toneladas. Estas yacen sobre el rio la Ranchería y extraer minería de este río implica cambiarle su cauce natural  y, por consiguiente, su contaminación. Este río es el único que abastece a la media y baja Guajira especialmente a resguardos indígenas. En La Guajira hay una pobreza del 30% y de pobreza extrema el 70%.  La afectación de este río perjudicó considerablemente la economía de esta zona, ya que por la escasez de agua  no se puede cultivar, ni tampoco pescar.
Este año los abusos por parte de la Policía  no cesan y cada vez se incrementan más. La población ha sido desplazada para favorecer a esta minería, mientras que los niños se mueren en la extrema pobreza y el Estado sigue otorgando licencias para extraer minería no solo en La Guajira, sino en todo el país.
Mientras tanto la corrupción y el olvido estatal siguen vigente en este departamento, al mismo tiempo que las comunidades indígenas siguen en pie de lucha en contra de esta minería que los ha condenado a no tener agua.