521 años de humillación e invasión del territorio de América Latina, los territorios de los pueblos indígenas continúan siendo invadidos; no por españoles, como lo dice la historia occidental. 

 

Hoy el territorio es invadido por las grandes multinacionales y con los TLC del que tanto habla los gobiernos de turnos de este país, que solo favorecen los intereses de las potencias, y al pueblo ya le prohíben sembrar hasta sus propias semillas originarias de la región, como ha ocurrido con los compañeros arroceros del departamento del Huila, Tolima, Caquetá y el Valle Cauca. Y lo más triste, es que nos dicen, que los debemos comer y alimentar a nuestras familias. Y como si fuera poco, nos impiden conservar nuestras semillas nativas de la región, que se encuentran en las comunidades indígenas, campesinas, y afros. Y lo peor, es que se nos impide cultivarlas en nuestros territorios.

Al respecto, el pasado 16 de agosto de 2013, el Tejido de Comunicación estuvo donde Rogelio Mestizo, un mayor de 75 años de edad aproximadamente, de la vereda El Credo del reguardo Huellas – Caloto – Cauca, donde nos comentó que él se siente muy preocupado por esta situación que se vive en el territorio, a continuación leamos sus palabras:

Porque cada día se ve más la invasión de los blancos con sus vestuarios, con sus ideas de trabajo, con sus productos industrializados. Y esto es muy peligroso para las comunidades.

El territorio todavía lo siguen invadiendo por intereses personales y para beneficio de unos pocos, esto se ve ahora en nuestros territorios. Yo pienso que lo que se debe trabajar, es el de defender nuestra Madre Tierra.

Estas tierras han costado mucho, han costado humillaciones, sufrimiento, desapariciones, sangre, desplazamientos y muerte, y muchas hasta dormir en el monte, esto no lo pueden olvidar las comunidades del territorio.

Antes, la invasión del territorio era por personas religiosas o por personas que tenían formas económicas, y así se fueron haciendo grandes hacendadas, engañando a nuestros abuelos con una media de aguardiente o haciéndolos compadres a los propietarios de la hacienda, fue así como nuestros abuelos fueron perdiendo las tierras.

A mí me tocó pagar terraje junto con cuatro hermanos y mis padres, se pagaba tres días por mes, y si no pagábamos los tres días de terraje nos sacaban de la hacienda.

Este impuesto se pagaba por el simple hecho de tener el rancho de paja, donde vivíamos con nuestros hermanos y por estar dentro de la hacienda, nos tocaba pagar estos días puntualmente.

Pero si queríamos tener alguna huerta o tul, lo teníamos que hacer en las laderas o en las playas de los ríos, porque en los terrenos de la hacienda no nos dejaban sembrar.

Antes se sembraba mucho la agricultura como la arracacha, la yuca, el frijol, maíz, café, entre otros productos agrícolas, que servían para el beneficio de nuestras familias. El café se vendía y se compraba la sal y la ropa, porque los otros productos ya se encontraban en la región como pescado, entre otros animales de ese entonces.

Hoy veo con mucho ambiente la comunidad del Credo, pero eso perjudica, porque la gente no se preocupa de las situaciones que están pasando en el territorio y de lo que se viene para las comunidades del norte del Cauca, ni si quiera conversar con los vecinos y eso no es bueno para la comunidad, antes se conversaba mucho con las personas, pero hoy no se hace.

A pesar de que yo no soy estudiado, yo hablo con mis hijos e hijas y pienso y pienso de las situaciones que están pasando y de las cosas peores que van a pasar.

En cuanto a la alimentación, muy mala. Porque hoy en día ya no se come sancocho de arracacha, yuca o el mote de maíz que es de alimento, hoy la gente no les gusta y lo grave es que estos productos poco se ven en la comunidad.

Las personas están comiendo como los blancos, puro arroz y fideos en compañía de los enlatados. Es por eso que hoy las personas no duran nada, antes los abuelos vivían 100, 110 años. Hoy las personas que más viven, sí acaso es de 80, 85 años.

Y qué no decir de los niños, más desnutridos, malformación de nacimientos, y se dice que la salud está bastante avanzada, si es así, entonces que es lo que está pasando. Antes se vivía con la medicina tradicional y se vivía mejor, porque no se veían estas cosas en las familias de la región.
 
El gobierno está ayudando con obras sociales como vivienda y proyectos productivos, pero eso qué interés tiene, ¿será para ayudar a las familias de la comunidad? o ¿será para irse apropiando del territorio? Ellos dicen que es una ayuda, pero para mí no es, miren no más las viviendas  que llegan, las cocinas y piezas son muy estrechas, cómo hace uno para hablar con la familia, fuera de eso llega el televisor, para acabarnos de confundir y embobar y para acabar de completar quedó llena la pieza. Antes las casas eran grandes, las cocinas amplias, el fogón en el suelo y las piezas grandes, cosa que cuando llegaba toda la familia se sentaba uno alrededor del fogón y el papá comenzaba a enseñar o a contar historias a la familia, pero hoy no se ve eso porque la mayoría de las familias cocinan en estufas y están entretenidas con la televisión.
En cuanto a los proyectos productivos, las entidades ya traen todo cuadrado de lo que ellos quieren producir, por eso los momocultivos de caña, café, entre otros, y esto no beneficia a la comunidadTambién los jóvenes están muy alejados del proceso organizativo, por ello, tal vez no entienden lo que muchos líderes hablan y se repite el discurso de lo mismo, pero es también porque los padres no los motivan a participar a las asambleas comunitarias.

 

Yo le digo al CRIC y a la ACIN, que no se olviden de en la vereda El Credo fue que se fundó el CRIC, junto con el INCORA, ANUC y otros líderes que aportaron a este proceso como el párroco Pedro León Rodríguez, Gustavo Mejía, entre otros compañeros y compañeras.

Por último, el señor Rogelio Mestizo mencionó, que el sueña que:

Algún día, los jóvenes con sus fuerzas, estén de lleno aportando e impulsando a este proceso de lucha organizativa, que tanto se ha sufrido y ha costado, pero esto no se puede dejar caer tan fácil, hay que continuar luchando, mientras no se apague el sol.
 

Tejido de Comunicación -ACIN